¿SE DESINFLA NISSAN?


2019 fue un año funesto para Nissan Mexicana, pues la empresa automotriz con presencia en Aguascalientes registró números rojos en la mayoría de sus indicadores.
En ventas al menudeo dentro del mercado doméstico, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) reportó que las unidades nuevas colocadas en México por la empresa nipona cayeron un 14.1% en comparación con el año pasado, mientras que Infiniti –su marca de lujo– tuvo una caída del 32.9%. Ambos muy por encima de la media del sector, que en promedio decreció un 7.7% el año pasado.

Ventas de Nissan cayeron 14.1%

Al ser cuestionado por reporteros, Armando Ávila Moreno, vicepresidente de Manufactura de Nissan Mexicana, minimizó en diversas entrevistas en el transcurso del año pasado, la caída de las ventas en América del Norte –en Estados Unidos, según un reporte de Good Car Bad Car, las ventas de la empresa nipona se contrajeron 8.7%–; agregó que exploraron nuevos mercados para colocar su producción.
Pero la producción de la empresa sí colapsó: un reporte de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz(AMIA) detalla que entre enero y octubre de 2019 el número de unidades ensambladas por Nissan Mexicana se contrajo un 9.7%. Lo anterior trajo como consecuencia paros técnicos productivos sobre los que hay diversas versiones –algunas personas consultadas por El Ojo de Aguascalientes sostienen que fueron equivalentes a años anteriores, otros señalan que sí aumentaron–.

Producción de Nissan se contrajo 9.7%

Para la industria automotriz en Aguascalientes, lo anterior resulta alarmante, pues se prevé que en 2020 se mantendrá la caída en la producción de Nissan, ya que según información interna de algunas proveedoras, desde inicios del último trimestre de 2019 la armadora nipona les envío previsión de compras para este año, y las solicitudes tienen una marcada tendencia a la baja.
Según analistas consultados, lo anterior podría tener dos repercusiones: una menor repartición de utilidades entre los obreros en los próximos años; y en un panorama más adverso –que podría afectas, sobre todo, a las empresas que tienen a Nissan como principal proveedor–, el despido de personal.
A lo anterior, deben sumarse los conflictos que tienen Renault-Nissan en sus más altas esferas, con el proceso legal en contra de Carlos Gohn, expresidente Nissan –quien huyó de Japón hace una semana–, cuyo sucesor, Hiroto Saikawa, presentó su renuncia en septiembre del año pasado a la empresa, por escándalos de sobrepagos a ejecutivos.

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