DIPUTADOS SE INVENTAN TÍTULOS UNIVERSITARIOS

Entre los diputados, la falta de ética inicia con el currículum

En México, un título profesional es motivo de orgullo en algunas familias, este documento que refleja una vida de estudios, suele colgarse en un lugar importante al interior de la casa; en cambio en la clase política de Aguascalientes, en particular, entre varios diputados locales, solo exhibe su carencia de ética, pues les resulta más fácil inventarse títulos y presumirlos en su currículum.
Es el caso de la diputada Elsa Amabel Landín Olivares, quien presume en su currículum –los cuales fueron consultados directamente del sitio web del Congreso del Estado– tener licenciatura en mercadotecnia y maestría en finanzas, ambos por el ITESM, sin embargo, en una consulta a la base de datos del Registro Nacional de Profesiones de la SEP, no aparece ninguna cédula profesional a su nombre.
Elsa dice ir por el doctorado
No es un caso excepcional, hay varios más, según una búsqueda de El Ojo de Aguascalientes: el diputado Heder Pedro Guzmán Espejel, presume tener el grado de TSU en Tecnologías de la Información y la Comunicación, aunque su cédula profesional tampoco aparece en la base de datos de la Secretaría de Educación Pública.
La panista Mónica Janeth Jiménez Rodríguez, se ostenta como licenciada en administración de empresas por la Universidad Cuauhtémoc, a pesar de que supuestamente se tituló hace 20 años, no hay ningún rastro de su cédula. 
El morenista José Manuel González Mota, el panista Enrique García López y el neoaliancista Mario Armando Valdez Herrera, incluyen en sus currículums títulos de posgrado, pero en los registro de la SEP solo tienen cédula profesional por sus estudios de licenciatura.
Extraviada la cédula de Heder
Más llamativo es el caso de Natzielly Teresita Rodríguez Calzada, quien presume en su currículum dos diferentes maestrías: en comunicación estratégica e imagen institucional, y en marketing digital; no obstante, la SEP solo avala su licenciatura ciencias políticas y administrativas por la UAA.
Hay casos extraños, como el de Sergio Augusto López Ramírez, quien posee una cédula como profesor de educación primaria por el CRENA, pero en su currículum solo hace mención de un título en licenciatura en educación media por otra institución –estudios que no aparecen en la base de datos de la SEP–. 
Acostumbrados a la impunidad, no les importa incurrir en delitos como la usurpación de profesiones, que contempla penas por cinco años de cárcel. Quizá, por eso se han opuesto en bloque a la eliminación del fuero.
Ni rastro de supuestos estudios

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